Varios jugadores aseguran que los problemas económicos y de seguridad del país les han llevado a buscar residencia en Estados Unidos
Joelsy Martínez / EL NACIONAL
Ya no son solo los venezolanos más prominentes en las Grandes Ligas, como Miguel Cabrera y Víctor Martínez de los Tigres de Detroit o Carlos González de los Rockies de Colorado, los que se establecerán permanentemente en Estados Unidos. En la búsqueda de mayor estabilidad y tranquilidad para sus familias, cada vez más jugadores están migrando de forma definitiva.
El receptor de los Cachorros de Chicago, Miguel Montero, que vive en Phoenix, Arizona, desde hace ocho años, estuvo en Venezuela por cinco días durante el receso de temporada para renovar su pasaporte, y solo iba del lugar donde realizó el trámite, a su casa y viceversa. Este año, solicitará la ciudadanía estadounidense.
“Quieres ir a tu país para relajarte y pasar un buen rato, no para encerrarte dentro de tu casa porque tienes miedo de salir. Hay problemas de seguridad en cualquier parte del mundo, pero ves las noticias acerca de Venezuela y más personas han muerto allí que en Afganistán”, comentó Montero al periodista Jorge Ortiz de USA Today Sports.
Muchos jugadores encuentran tranquilidad al mudarse, sin embargo no dejan de preocuparse por los parientes que dejan en Venezuela, pues aunque tengan los medios para llevarlos a Estados Unidos, no es una tarea fácil.
"Todos los días pienso en ellos. Es muy duro estar aquí y poder vivir una vida tranquila sabiendo que tu familia está allá con muchas necesidades, teniendo que pagar un precio ridículo por la comida, y no puedes hacer casi nada para ayudarles. Pueden venir de visita por un mes o dos, pero luego tienen que volver a esa dura realidad”, expresó Guillermo Quiroz, catcher de los Gigantes de San Francisco que vive en Miami con su esposa e hijo.
Quiroz reveló que cuando están en Venezuela, los jugadores se sienten como un objetivo para la delincuencia por los altos salarios conocidos. Esto bien lo sabe Wilson Ramos, que hace más de tres años fue secuestrado en Valencia, estado Carabobo, mientras visitaba la casa de su madre. Ni él, ni Gregor Blanco, pensaron que un día estarían haciendo planes para establecerse en tierras foráneas.
“Me entristece tener que abandonar el país por razones de seguridad, pero hay que hacer lo que es mejor para tu bienestar”, dijo el receptor de los Nacionales de Washington, quien ya comenzó a hacer el papeleo para quedarse en Estados Unidos permanentemente.
Por su parte, Blanco, que estaba construyendo una casa en Venezuela y no pudo conseguir electrodomésticos para equiparla, reconoce que es difícil mudarse del país de origen a otro, despegarse de la gente y la cultura a la que se está acostumbrado, pero “todo cambia cuando te das cuenta de que tienes que ver por la seguridad de tus hijos”. Es por eso que tomó la decisión de asentarse en Miami.
El jardinero de los Medias Blancas de Chicago, Avisail García, así como Alex Torres y Yangervis Solarte, de los Padres de San Diego, también se encuentran entre aquellos que buscan la residencia permanente.
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