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martes, 3 de diciembre de 2013

Fotos: Suspendido el Festival de Jonrones de la LVBP por el apagón


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El apagón sucedió mientras se llevaba a cabo el Festival de Jonrones en el coso de la ciudad de Valencia. La velada prometía ser deslumbrante. Cada una de las estrellas del Derby de Jonrones prometía poner su brillo en una velada donde desde un principio estaba ausente la figura del momento: Alex Cabrera. El evento tuvo que ser suspendido

Ormúz Jesús Sojo / Últimas Noticias

- La velada prometía ser deslumbrante. Cada una de las estrellas del Derby de Jonrones prometía poner su brillo en una velada donde desde un principio estaba ausente la figura del momento: Alex Cabrera.

“Menos mal que Alex no está aquí. Ahora cualquiera tiene chance. Para mí sería un plus ganarlo, porque estoy de cumpleaños”, bromeó en la rueda de prensa, Ernesto Mejía, quien tenía previsto medir su fuerza junto a Mario Lisson, Carlos Rivero, Salvador Pérez, Juan Rivera, Eliézer Alfonzo, Elvis Andrus y Pablo Sandoval.

La respuesta del público que acudió al José Bernardo Pérez solo era comparable con la de un Caracas-Magallanes. Un llenazo.

El joven cantante Jonathan Moly sacó algunos aplausos, luego de una performance de una canción. Los vítores se los llevó Keito Homma, el tráiner japonés de los Navegantes, que otra vez se atrevió a cantar el Himno Nacional.

Ya el ambiente estaba listo para el derroche de batazos. Alfonzo había advertido antes que estaba listo para encandilar con sus largas conexiones. "Yo se lo he comentado a Alex Cabrera y lo digo públicamente, yo soy el hombre del poder en este país", comentó el slugger de la nave.

Uno a uno fueron llamados los participantes del festival, hasta que Carlos González, invitado especial, apareció por el pasillo de las celebridades. Luego, le siguió Luis Aparicio, quien esperó a Miguel Cabrera para entregarle la cuarta estatuilla que lleva por nombre el del único venezolano miembro del Salón de la Fama.

La fiesta estaba oficialmente armada. En las tribunas no cabía una persona más, cuando Mario Lisson se paró en el home. Luego de seis intentos fallidos, del garrote del antesalista del Magallanes salió el primer suvenir para los presentes en las gradas. Dos outs más, hasta que en su último chance, el caraqueño disparó el segundo tablazo de su modesta participación.

Ahora era Carlos Rivero quien apretaba su bate para tomar el turno, cuando por la derecha apareció Henderson Álvarez a recibir su premio Luis Aparicio (mención honorífica), por el no-hitter lanzado este año con los Marlins. Fue en ese momento cuando las torres sufrieron el primer bajón.

A media luz –todavía las vallas publicitarias estaban encendidas-, los fanáticos no abandonaban sus puestos. La música no dejó de sonar; ni siquiera cuando un segundo y definitivo apagón acabó con la poca claridad que quedaba en el parque.

Fue entonces cuando una planta televisiva prestó sus luces para que las mascotas y las bailarinas (curiosamente, llamadas “las eléctricas”) mantuvieran el fervor del público. Coreografía tras coreografía, los fanáticos entonaban sus canticos; algunos políticos, otros alusivos al evento. “Lisson, Lisson”, gritaron en algún momento, de forma irónica, pues bromeaban con que si el derby paraba en ese momento, el tercera base se coronaría como el rey del jonrón.

Pasaba el tiempo y las sillas eran abandonadas poco a poco. Más podía la angustia y la incertidumbre, que las ganas de ver los estacazos.

Dos horas después, cuando más de la mitad del público había partido, los animadores del evento presentaron sus excusas y anunciaron la suspensión del festival, sin dar a conocer detalles de una reprogramación.

El vendaval de gente salió a los alrededores del parque, donde taxistas y comerciantes, le sacaban provecho a la situación. La oscuridad se apoderó de los predios del estadio y de toda la ciudad. Valencia no fue la capital del jonrón, porque la luz brilló por su ausencia.


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