Crece el escándalo por las supuestas irregularidades del fichaje
EL UNIVERSAL
El Barcelona habla de la "sombra negra" de Madrid, el socio que presentó la querella contra Sandro Rosell teme represalias de la entidad y el futbolista Dani Alves habla de "falta de respeto" de los dirigentes: el caso Neymar tiene atrapado a los culés.
El nuevo presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, hizo público el viernes el contrato de Neymar con el ánimo de detener un conflicto que se había llevado por delante a Rosell, quien un día antes renunció como máximo mandatario del club; pero pasan los días y el incendio continúa vivo, relata DPA. Más vivo que nunca.
Bartomeu, en declaraciones a la emisora de radio RAC1, habló de una especie de conspiración desde Madrid, ya que a su juicio en la capital de España "cuesta digerir" que el club azulgrana "haya dominado estos años". Insinuó que estaba en marcha una "cacería de brujas" por el fichaje de Neymar.
"Parece que cuesta digerir que tengamos a jugadores como Messi o Neymar", dijo.
Lo cierto es que la querella por supuestas irregularidades en las cifras del fichaje de Neymar amenaza con perpetuarse en los juzgados. Jordi Cases, el ya famoso farmacéutico catalán que logró derribar a Rosell con ese recurso, señaló que de momento no la retira por miedo a "represalias" del club.
Cases reconoció que está "saturado" por todo lo sucedido y confirmó que el vicepresidente del área social del Barcelona, Jordi Cardoner, le dio "su palabra" de que no habrá represalias. Sin embargo, el socio quiere garantías por escrito.
En cualquier caso, el eventual retiro de la querella no significaría el abandono de las investigaciones, pues el asunto ya está en manos de la justicia. Así, el fiscal José Perals continuará con la demanda.
Si hacía falta más leña para avivar el fuego, saltó Dani Alves para criticar la decisión de Bartomeu de mostrar el contrato de Neymar.
No tuvo problemas en poner sobre la mesa un debate sobre lo hecho por su nuevo presidente: "Tener que enseñar el contrato para explicar un fichaje es una falta de respeto".
Hacienda puede exigir 63 millones por el fichaje de Neymar
Los 50 millones a la sociedad N&N podrían considerarse 'salario simulado'. La gran pregunta es si el club ha tributado por esa cantidad o lo ha hecho el '11'
EDUARDO INDA | ESTEBAN URREIZTIETA
El coste oficial del fichaje de Neymar da Silva, reflejado en los contratos entregados por el dimitido Sandro Rosell a la Audiencia Nacional, es de 95 millones. Es decir, 38 más de lo que la Junta declaró al presentar al crack en junio del año pasado. Pero el coste final de la operación dista mucho de saberse... de momento.
Entre otras razones, porque queda por ver qué dice la Agencia Tributaria de la carga fiscal que suponen los conceptos que constan en el contrato de fichaje del '11' culé que se encubrió bajo otros siete contratos, presumiblemente, con cuatro objetivos en uno: despistar a la Hacienda española; abonar lo mínimo posible a los dos fondos brasileños que poseían el 45% de los derechos; no enfadar más de la cuenta a un Leo Messi que pese a sus cuatro Balones de Oro es de facto el segundo mejor pagado de la plantilla y no arrebatar la vitola de "jugador más caro de la historia" a Cristiano. Esto último es, visto lo visto, un imposible físico y metafísico ya que como mínimo el brasileño ha salido por un millón de euros más que los 94 que costó el transfer del luso del United al Madrid.
Fiscalmente, lo normal es que la Agencia Tributaria considere los 50 millones desembolsados a la sociedad N&N (Neymar&Neymar) del jugador y su padre como salario encubierto. Que es lo que en realidad es y lo que hizo echarse para atrás, por ejemplo, al Real Madrid. Los blancos vieron cómo esta argucia no colaría ante el Ministerio de Hacienda y, por tanto, encarecería la operación en decenas de millones de euros.
La gran pregunta es si el Barça ha pagado a Hacienda o no por esos 50 millones o lo ha hecho el jugador. Lo normal es que esa cantidad sea limpia para el protagonista, toda vez que los futbolistas pactan siempre las cantidades en neto. Conclusión: el futbolista no ha debido satisfacer el correspondiente Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), ya que el plus impositivo correría a cargo de sus actuales empleadores. De lo contrario, los 50 millones se quedarían en 22 para Neymar. Algo impensable en un mundo en el que las estrellas no saben lo que es una subida fiscal o liquidar de su bolsillo el IRPF.
Conviene no olvidar que el IRPF de 2013 se devengará como muy tarde el 30 de junio de 2014, con lo cual el club de Aristides Maillol podría alargar el proceso hasta entonces.
La factura fiscal del fichaje más caro
¿Y de cuánto sería la factura fiscal del que ya es el traspaso más oneroso de la historia del balompié? Lo primero que hay que tener en cuenta es que Cataluña padece el tipo marginal del IRPF más alto, no sólo de España sino de toda Europa (56%), empatada con Suecia.
Teniendo en cuenta la cifra satisfecha a N&N (50 millones netos) en lo que, según los querellantes, es "salario simulado" -término similar al empleado por el PP al referirse al finiquito de Luis Bárcenas-, estaríamos hablando de una factura fiscal de 63 millones de euros. Importe que habría que sumar a los 95 que costó por diferentes conceptos -derechos federativos, amistosos, comisiones ocultas y los 50 abonados a N&N- la mayor promesa del fútbol universal. Es decir, 158 millones de euros sin sumar lo que hipotéticamente puedan ganar en un tribunal los fondos que poseían el 45% de los derechos: DIS (40%) y Teisa (5%).
Hay quien sostiene que debería tributar al 23% al poderse acreditar en el momento de la firma del vínculo contractual que Neymar júnior y Neymar sénior ostentaban la condición de "no residentes" en España. Pero esta interpretación contiene una trampa favorable al futbolista mejor pagado del Barça y al que sin duda es el padre de futbolista mejor retribuido del mundo. Y es que si fiscalmente se consideran salario esos 50 millones sólo podrían tributar al 23% el primer ejercicio, ya que Neymar será residente en al menos cuatro de los cinco años de vigencia de su contrato con el club que preside Josep María Bartomeu.
Si se pudiera considerar que es aplicable el 23% la factura fiscal sería ostensiblemente menor, de unos 15 millones de euros. En consecuencia, el coste total de la operación para la entidad culé sería de 110 millones de euros. Todo ello a expensas de lo que resulte de las reclamaciones de los dos fondos que invirtieron cuando el chico era un aspirante a promesa y que se han tenido que conformar con menos de ocho millones en una transacción que no bajará de los 100.